martes, 2 de agosto de 2011

¿El talón de Aquiles de Darwin?


Darwin es uno de los más grandes científicos del siglo XIX, y como tal ya he hablado de él en algún artículo más. Su viaje emblemático en el Beagle. Nos dió principalmente un gran libro, “El origen de las especies” una nueva visión científica de entender la naturaleza, explicando como surgen y como han cambiado los distintos animales, plantas, hongos, bacterias, que conforman la naturaleza o la biota, y como han cambiado a través del tiempo. La teoría de la evolución de las especies, desecha la visión creacionista, que daba el origen de los distintos animales y plantas a la creación o génesis de ellas por parte de un ser superior, Dios, extraterrestres, etc. Dicho pensamiento creacionista todavía empapa gran parte de nuestro pensamiento, y aun tiene un gran número de adeptos en la actualidad. Darwin y posteriores científicos evolucionistas han hecho retroceder dicha visión del mundo. El darwinismo ha evolucionado a su vez y ha pasado etapas críticas sobre todo en su inicio, y después con el desarrollo de la genética. En este artículo quiero tratar uno de estos momentos, cierto talón de Aquiles de su teoría, que basaba la evolución en la presión de la selección natural, como factor que ha determinado la evolución de los distintos organismos que pueblan y han poblado la Tierra, es decir, la naturaleza selecciona los individuos más preparados para sobrevivir a lo largo de millones de años. Fue un tal ST. George Mirbal, (zoólogo inglés contemporáneo de Darwin) el que puso su objeción más audaz a la teoría de Darwin, lo que llamó “la incompetencia de la selección natural para explicar los estados incipientes de las estructuras útiles”. Darwin le respondió indicándole dos de sus capítulos de su libro, “El origen de las especies”en el cual se explicaba, que tal como indicaba Mirbal, las estructuras complejas; como por ejemplo un ala no ha aparecido gracias a una mutación milagrosa, sino que ha sido una estructura que ha evolucionado de forma gradual y paulatina, gracias a lo que el denominó “cambio de función”. Es decir que la selección natural ha funcionado desde sus inicios, gracias a que estas estructuras incipientes realizaban otra función que las hacia favorables, antes de adoptar su nueva función cuando alcanzaban ya cierto desarrollo. Este ejemplo ha sido estudiado por dos científicos en la actualidad Kingsolver y Koehl, que han estudiado el desarrollo de las alas en los insectos, y que han demostrado con su experimento el cambio de función en la consecución de una nueva estructura. Ellos han demostrado que las alas de ciertos insectos se han utilizado como estructuras de termorregulación y al aumentar su tamaño se han especializado en el vuelo, es decir primero se han seleccionado favorablemente para el control térmico y, cuando han adoptado cierta longitud se han seleccionado para el vuelo y/o estabilizar las caídas. Ya Darwin propuso que las vejigas natatorias de ciertos peces primero fueron pulmones que poco a poco se convirtieron en las vejigas natatorias. Bueno ya comprendemos un poco más como funciona el darwinismo, gracias a la crítica constructiva de Mirbal, hace más de un siglo y medio. Aunque aun nos quedan muchas cosas más por comprender de su teoría. Ya que es una idea muy compleja que nos plantea dudas cuando se desarrolla para explicar la existencia y evolución de todos los animales y otros organismos vivos que pueblan o han poblado nuestra Gea. Sigamos en el camino del conocimiento, que es largo y tortuoso.
Texto: Justo Tarancón Fotos: Raquel y Justo