lunes, 14 de marzo de 2011

LAS PLANTAS EVOLUCIÓN E INTELIGENCIA



Como geólogo y como naturalista vocacional, durante el estudio de los fósiles y la evolución de la vida en GEA, siempre había pensado en las plantas en un segundo plano. Y en los animales más cercanos a mí, en un primer lugar. Esto con el tiempo ha ido cambiando en mí, y cada vez me fascinan más las plantas. Me gusta cultivarlas y saber cada vez más de ellas. Este interés me ha llevado a realizar este humilde texto sobre ellas.
Las plantas las podemos considerar a groso modo como organismos pluricelulares autótrofos, que obtienen su energía principalmente a través de la fotosíntesis (producida en los cloroplastos), y dotadas de movimiento, pero no de locomoción. Aparecieron principalmente a principios del paleozoico, en el periodo silúrico (hace 450 millones de años), a partir de las algas verdes, que en su proceso de adaptación hacia la vida en las tierras emergentes, dieron lugar al grupo de briofitos: plantas de estructura simple, llamada talo, sin diferenciación de raíz, tallo y hojas, que serían las primeras plantas adaptadas a la vida terrestre, aunque en ambientes todavía muy húmedos. No fue hasta el devónico con un nuevo grupo parecido a los musgos actuales (poseedores ya de lignina), cuando se conquistaron otros ambientes terrestres menos húmedos. Y se expandieron durante este período geológico, dando lugar a las llamadas plantas vasculares (poseedoras ya de lignina-en forma de madera) que durante el carbonífero (hace 318 millones de años) proliferaron junto a los insectos (artrópodos), y se adentraron junto a ellas tierra a dentro, entre estos bosques de helechos y árboles primitivos, volaban enormes libélulas, y aparecieron los primeros reptiles terrestres. Hay que ligar esta expansión terrestre de la vida a la formación simultánea de una capa protectora de ozono en nuestra atmosfera, que permitió durante estos periodos, la proliferación de vida fuera del agua. Estas plantas vasculares, dotadas ya de una estructura compleja, es decir; de raíz, tallo y hojas, en un principio se reproducían mediante esporas, en ambientes muy húmedos. Pero dieron su siguiente paso evolutivo en su expansión terrestre, con la invención de la reproducción por semillas, óvulos fecundados, recubiertos, que permanecen en vida latente hasta que perciben las condiciones necesarias para su crecimiento. Este formidable paso se produjo hace unos 300 millones de años, pudiéndose reproducir gracias a ellas en ambientes mucho más secos. Desde luego su evolución no ha parado y ha seguido dando plantas cada vez más complejas y mejor adaptadas a los diferentes ambientes de la Tierra.
La conclusión a estos hechos es que las plantas han tenido una evolución tan compleja como los animales, y vemos que se han adaptado igual, que estos a los cambios que se han producido en la Tierra a lo largo de millones de años. Hay científicos que abogan; con los cuales personalmente, comparto ideas, que las plantas son capaces de procesar, memorizar y comunicar los datos de su entorno. Así como de sacar conclusiones que les ayudan a superar los cambios. Se trataría de una inteligencia muy diferente a la de los animales, llamada también “inteligencia verde”; que sin duda guardaría ciertas similitudes estructurales con los centros nerviosos de los animales, así como en su funcionamiento, y que se concentrarían en sus raíces, donde una serie de sustancias semejantes a las hormonas realizarían dichas funciones, como las células nerviosas lo hacen en los centros nerviosos de los animales. Estudios de diversos científicos apoyarían dicha tesis; como Stefano Mancuso investigador de la Universidad de Florencia, que es uno de los fundadores de la neurobiología de las plantas, concepto que indicaría, que las plantas presentan una bioquímica, biología celular y electrofisiología similar al cerebro humano. Otros científicos Israelíes, o Alemanes han determinado distintos ejemplos de cómo las plantas se desarrollan en función de los cambios que se producen a su alrededor, por ejemplo ciertas plantas de alta montaña han ascendido en altura para combatir el calentamiento global, o otras plantas han desarrollado toxinas para evitar su aniquilación por parte de sus depredadores, en situaciones de crisis.
Aunque queda mucho por descubrir en las plantas y seguro, que nos sorprenderán los científicos con nuevos descubrimientos en este campo, en los que la inteligencia humana es cada vez más capaz de entender formas de vida e inteligencias diferentes a la suya, y de como entender a nuestra GEA, como algo infinitamente complejo de la cual, somos parte. Y de la cual descifrar sus secretos uno de nuestros mayores deberes.
Texto: Justo Tarancón Fotos: Raquel y Justo