domingo, 5 de diciembre de 2010

EL TYRANNOSAURUS REX y el hombre



Siempre nos ha fascinado este dinosaurio terópodo y carnívoro, compararlo con nosotros me parece una idea irresistible, ya que fue el gran depredador del Cretácico superior hace unos 65 millones de años, como nosotros lo estamos siendo en la actualidad. Es considerada una máquina biológica instintiva y perfecta de matar (sin conciencia). Nosotros somos un arma biológica letal con conciencia. Su cerebro era del tamaño del nuestro, aunque de muy diferente constitución, sin córtex, como el de un cocodrilo, pero mucho más grande. Su cuerpo podía llegar a los 5 m de altura, 13 de longitud, nosotros por media no llegamos ni a los dos. Ellos pesaban unas 7 ó 8 toneladas (8000 kg) gran parte de ellas de músculos, y nosotros 75 kg. Ambos éramos bípedos. Mientras ellos tenían las de las mandíbulas más poderosas que han existido nunca, nosotros tenemos un cerebro como casi única arma, pero con una letalidad como jamás se ha creado ninguna. Nosotros tenemos nuestro cuerpo parcialmente cubierto de pelos y T. rex, parece ser que estaba también recubierto en su cuerpo, en ciertas partes, como la cola por protoplumas. Ellos eran muy peligrosos, pero nosotros somos mucho más peligrosos, que ellos y capaces de cambiar las reglas del juego, que han reinado durante millones de años en la Tierra. Somos unos de los grandes experimentos de Gaia, hemos hecho cosas formidables como salir de nuestro propio planeta y le estamos buscando la explicación lógica a un universo que no siempre tiene porque tenerla. Hemos desarrollado los sentimientos. Pero también hemos aniquilado miles de especies, hábitats e incluso estamos cambiando de forma acelerada el clima global, lo que la Tierra ha hecho en millones de años nosotros lo estamos consiguiendo en 200 años. Estamos reduciendo la capacidad de reacción de Gaia, en su “objetivo ” de proteger la vida, la nuestra y la de los demás seres vivos que la componen, en conjunto con la litosfera.
Es un reto intelectual imaginarse como era la Tierra (una Gaia adolescente) hace 65 o 70 millones de años. Me la imagino con un clima mucho más calido y húmedo, que en la actualidad, en la cual el nivel de mar era mucho más elevado al actual, con grandes mares interiores, en el que no existían casquetes polares ni glaciares. La distribución de los continentes era diferente a la actual; estaba apunto de se separase el Norte de America de Laurasia, como ejemplo. La duración del día era un poco menor al la actual, cuestión de minutos, e incluso hay quien indica que la fuerza de la gravedad era ligeramente inferior a la actual. Favoreciendo el gigantismo tanto en plantas como en animales. Estos depredadores eran selváticos, de bosques subtropicales y de marismas. Animales de costumbres eran los T-rex, como lo somos la mayoría de nosotros, que vivían bajo araucarias de hasta 200 m de altura, junto con palmeras, helechos gigantes, metasecuoyas, sicómoros y magnolios gigantes. Las plantas formaban grandes selvas como hoy lo forman las grandes ciudades, constituidas por los grandes edificios que construimos, y en las cuales vivimos. Convivían y depredaban a otros dinosaurios, como triceratops, leptocerapus (de un tamaño de un ciervo y con pico de loro, y gran cresta protectora en la cabeza), quezalcoatlus (reptil volador y del tamaño de un avión f111). Después estaban los mamíferos, la mayoría no superaba el tamaño de una rata, roedores y marsupiales, algún mono como el Purgatorios que se alimentaba de insectos. Y otros, dinosaurios que no eran presas en circunstancias normales, para ellos, ya que eran mucho más veloces. Nosotros no tenemos casi competencia de otros animales y nos depredamos unos a otros. Nos hemos convertido en un limitador de la diversidad como lo fueron los dinosaurios, con su alto grado de depredación sobre otras especies. Su desaparición produjo que aquellos pequeños mamíferos del cretácico, durante el terciario evolucionan en gran manera, diversificándose y aumentando de tamaño, ocupando los nichos antes exclusivos de los dinosaurios. Es posible que la evolución ahora esté limitada por la depredación humana y que el cambio climático produzca un descenso de nuestra población que facilite un nuevo esplendor evolutivo. Si pensamos, que Gaia ha estado formada siempre, por aquellos organismos que mejor encajaban en las leyes del universo existentes en aquel momento, … se nos estará pasando nuestro tiempo,…? Tenemos la conciencia, la cultura y la memoria como herramientas, que no tuvieron los dinosaurios. Cuando el meteorito cayó, éste echo no estaba codificado dentro de sus instintos, ni como podían superarlo, en nuestras mentes puede pasar algo similar con el posible punto de no retorno, en las condiciones de conservación de la vida de la Tierra, resumidas en el cambio Climático ¿Podemos hacer algo mejor que lo que hemos hecho estos últimos 10000 años,? Es un periodo corto, si lo comparamos con los millones de años que sobrevivieron la mayoría de las especies de dinosaurios, reptiles e insectos que aun siguen con nosotros. Y ¿Qué nos dejaron ellos y que dejaremos nosotros a Gaia? Yo creo en el “espíritu” del ser humano y en su capacidad de adaptación. Espero no equivocarme, y que superemos este obstáculo como lo hemos hecho antes con el agujero de Ozono, y un largo número de desastres, desencadenados por nosotros o por la propia naturaleza.

Texto: Justo Tarancón y Fotos: Raquel y Justo