jueves, 7 de junio de 2012

EL ENEMIGO DE LA GEOLOGIA y de la evolución.

Lord Kelvin (William Thomson) fue un científico muy eminente que realizó grandes aportaciones a la ciencia del siglo XIX. Pero su racionalismo matemático estuvo a punto de acabar con la incipiente ciencia de la geología y puso en apuros hasta a Darwin en su teoría de la evolución. La geología basaba su ciencia incipiente: en el uniformismo y el plutonismo en contraposición con el neptunismo reinante de la época(idea derivada del diluvio universal de la Biblia), es decir estudiando los procesos geológicos que se producen en la actualidad se puede reconstruir como se produjeron estos distintos fenómenos en la antigüedad, por ejemplo calculando la tasa de sedimentación de un río actual, se podía preveer cuanto tiempo se había necesitado para construir un delta. “el presente es la clave del pasado”.Por lo que con otras extrapolaciones los geólogos del siglo XIX como Lyell a partir de la ideas de James Hutton( s.XVIII. considerado el padre de la Geología) pensaban que las montañas y otros elementos de tipo geomorfológicos como la formación de grandes valles glaciares, etc. Habían necesitado gran cantidad de tiempo para formarse, es decir miles de millones de años, lo que llamaron el tiempo profundo. Esta idea chocaba con la edad calculada según las leyes de la termodinámica de Lord Kelvin. W. T. Kelvin calculó mediante sus ecuaciones, que a partir del calor que emanaba la Tierra, es decir en función del gradiente geotérmico que la edad de la Tierra no podía ser de más de 20 o máximo 100 millones de años, considerando que esta en su inicio fuera una bola homogénea de materiales fundidos que fue enfriándose paulatinamente, y siempre que no hubiese una fuente de calor hasta entonces desconocida, que proporcionase un calor adicional. Así lo afirmaba la termodinámica. Esta afirmación hacia que la geología incipiente no fuese considerada como una ciencia puramente, y era despreciada por Kelvin y sus seguidores, los físicos y matemáticos de la época. Darwin también tuvo algún problema con él, ya que explicar toda la diversidad de especies en función del cambio gradual, no era muy lógico que se produjese en tan poco de tiempo. Finalmente Kelvin, que era el científico más influyente de su época tuvo que aceptar los argumentos de otro físico Ernest Rutherford, el cual estudiando la radioactividad de ciertos elementos radiactivos y como estos se desintegraban en otros elementos más estables. Estudió la edad de las rocas, relacionando la proporción de estos elementos y de sus productos más estables. Sobretodo en el estudio de los cristales de zirconio de las rocas antiguas. Estos elementos al desintegrarse en otros más estables producían una radiación, dando calor. Por tanto los elementos radiactivos que se encuentran en la Tierra serían esa fuente desconocida de la que el propio Kelvin citó como desconocida y que haría que la edad de la Tierra fuera mucho más antigua. Las últimas dataciones de las rocas más antiguas de la Tierra han dado a la Tierra una antigüedad de 4500 millones de años. Tiempo suficiente para que la Geología tuviese la base científico matemática necesaria para su inclusión en las ciencias modernas. Y la teoría de Darwin también tuvo su mejor comprensión a través de esta nueva datación de la edad de la Tierra. Texto de Justo Tarancón y Fotos de Raquel y Justo: Imagen panorámica de la Sierra de Collserola en Barcelona.