martes, 1 de noviembre de 2011

LA FÍSICA CUÁNTICA, y sus implicaciones en los distintos campos de la ciencia

La física clásica de Newton nos explicó nuestra realidad física durante 300 años, desde el siglo XVII hasta principios del siglo XX, y después Einstein con la teoría de la relatividad general, nos dijo que el espacio y tiempo, ya no eran constantes. Estos dos factores son relativos, curvándose debido a la influencia de la gravedad de grandes masas como son los planetas. Dicha teoría se comprobó al principio del siglo XX, al ver que los rayos de luz al pasar al lado de un astro se curvaban tal como predecía dicha teoría. El espacio y el tiempo por tanto son relativos y curvos. Y también se confirma la naturaleza dual de la luz, la cual estaría compuesta por fotones o cuantos de luz, y también se comportaría como una onda, tal como desarrollo Einstein a través del fenómeno fotoeléctrico por el cual recibió el Nóbel: la luz esta compuesta por quantum’s o fotones. Einstein casi sin darse cuenta origina la física cuántica, junto con la genialidad de Bohr otro gran físico contemporáneo de su época; aunque menos conocido por el gran público. Esté supo aglutinar a gran parte de los físicos más relevantes en el campo de la nueva física, la denominada física cuántica, en la cual las leyes de la física clásica de Newton ya no eran aplicables, ni tan siquiera la relatividad general de Einstein. La física cuántica trata de la física de las partículas atómicas y subatómicas, y en su desarrollo se produce una nueva visión de la realidad física, que entra en conflicto con la antigua física clásica. La incertidumbre domina sus experimentos. “dios parece que juega a los dados” en contraposición a la frase de Einstein, que indicaba justamente lo contrario. Un fenómeno como la luz, en función del observador y del experimento que este realiza, se comporta como una onda o como una partícula. Además las propiedades de las partículas subatómicas parecen estar ligadas por un “hálito fantasmal” que hace que las propiedades de una varíen instantáneamente en la otra, si variamos la de una de ellas a cientos de kilómetros de distancia. Si antes claro está, estaban unidas formando un sistema, antes de su separación. Las probabilidades dominan los experimentos. Se desarrolla la energía nuclear y la bomba atómica a través del proyecto Manhattan, por Oppenheimer. Esta nueva física nos hace obsoleto el modelo atómico orbital, que aun se enseña en los colegios, y nos hace imposible representarnos su figura visualmente. Gracias a ella se desarrolla la energía nuclear. Las consecuencias de la nueva física son desconcertantes y nos plantean la realidad física como un conjunto de universos, en los cuales se producen los fenómenos cuánticos que no se dan en nuestra REALIDAD o universo. Las partículas quedan ligadas y parece que sus propiedades se teletransportan más allá de la velocidad de la luz, contradiciendo uno de los principios de la relatividad general según la cual ninguna partícula puede superar la velocidad de la luz. Si estos conocimientos los aplicamos a los genes, ya que estos están compuestos de moléculas y estos a su vez de átomos y de partículas subatómicas, podemos entender como estos pueden estar ligados entre sí de una forma directa e instantánea, a través de este mundo subatómico cuántico, como Irvin Laszlo indica con su teoría del campo unificado ó campo akásico. El vacío cuántico sería como la memoria de un metauniverso, resultado de los distintos universos que en sus respectivas realidades se han producido y memorizado a través de estas partículas los distinto avances, y que han dado lugar a un universo donde las constantes físicas son las justas y necesarias para el desarrollo de la vida. Esta visión claro está, aunque intenta fundamentarse en los últimos avances científicos, de la física cuántica sigue siendo una metafísica muy difícil de probar. El límite entre la física teórica y la metafísica a veces pueden ser muy poco claro. Aunque me parezca personalmente una teoría fantástica. El cómo se darían estos mecanismos sería todavía un mundo nuevo a explorar, en ciencia actual. Demostrarlo con una base científica sólida es todavía improbable. La física cuántica seguirá desarrollándose indicándonos una nueva evolución en ciencias como la biológica, la química y la geología. En geología su mejor conocimiento nos puede ayudar a descubrir los secretos del volcanismo y seísmos. La cosmología también ha avanzado mucho con la física cuántica, el conocimiento de los agujeros negros. Por tanto necesitamos de “un nuevo mesías de la física” capaz de comprender y desarrollar la física de Newton, Einstein, y Bohr. Uniéndolas en una sola: la física. De momento se han dado intentos como la teoría de las supercuerdas y otras, que no han dado de momento el fruto esperado. Texto: Justo Tarancón y fotos: Raquel y Justo